Una prótesis dental fija o definitiva se coloca con la ayuda de unos implantes (su número oscila entre cuatro, seis u ocho) fijados previamente al maxilar e integrados en el hueso. Será sobre estos los que se atornille la dentadura, como si de una normal se tratase. Los implantes, además, cumplen la función de la raíz natural de los dientes: absorber el movimiento y fuerza de la masticación.
Una colocación que habitualmente hace que la persona recupere la total funcionalidad de su boca y que incluso les hace olvidarse de que la llevan. Ahora bien, no todos pueden llevarlas, pues esto dependerá de la salud del hueso y los tejidos. Otro punto que debes conocer es que requiere de una intervención quirúrgica y que el proceso puede alargarse entre 10 y 12 semanas.
Se trata, como su propio nombre indica, de aquellas que podemos quitarnos y ponernos tantas veces como queramos. Es uno de los primeros sistemas de prótesis que apareció, que actualmente se encuentra muy evolucionado y que ofrece un aspecto discreto.
Puede ser parcial o completa y suele adherirse mediante una suerte de conectores. También están recomendadas en aquellas personas que están pensando en hacerse una prótesis fija, como método de transición. En todo caso, ambas se elaboran a medida y en función de las necesidades del individuo para que no se mueva y se adapte a su anatomía.
Copyright © 2022 CLIMEDENT | Desarrollado por: Víctor Rosas